Un año más, y con todo el sentimiento que este tan especial conllevaba, la Hermandad Sacramental de Viñeros cumplió con su cita de cada mes de septiembre en el calendario vinícola y cofrade de la ciudad.
Así, este pasado sábado, a las 12:30 horas, nuestra renovada Iglesia de la Aurora y Divina Providencia volvía a acoger el tradicional acto de la Bendición Litúrgica de las Uvas y el Mosto, la cual este año fue oficiada por el recientemente nombrado Vicario Parroquial de los Santos Mártires, D. Isidro Calderón Almendros, quien también procedió a prensar las uvas junto a nuestro Hermano Mayor, D. José Manuel Díaz Jaime.
Posteriormente tomaba la palabra D. Francisco José Márquez Pérez, quien, como exaltador del pasado año, realizó una breve pero acertada presentación de su homólogo en esta ocasión, el escritor malagueño D. Jesús Díaz Domínguez.
Jesús, ‘Tuti’ para los amigos, pronunció un pregón lleno de vivencias, de bellos recuerdos, y sobre todo un discurso sensible a la vez que acertado, con el cual logró emocionar a gran parte de los asistentes, que se lo agradecieron con una profunda ovación al finalizar la exaltación.
En esta ocasión, y dentro de las limitaciones de aforo pertinentes, asistieron al acto la Junta de Gobierno, con el Hermano Mayor a la cabeza, el Presidente de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa, consejeros, representantes de otras Hermandades y Cofradías, el secretario del Consejo Regulador de Denominaciones de Origen Málaga y Sierras de Málaga, otras autoridades, hermanos y devotos en general.
Para finalizar el acto, y debido a la imposibilidad de hacerlo con anterioridad por la crisis sanitaria, se entregaron hasta tres distinciones. En primer lugar, le fue impuesto el Escudo de Oro de esta corporación a D. Francisco Martín Olmo, un viñero que siempre ha mostrado su desintersado cariño y esfuerzo por su Hermandad. Posteriormente, se reconoció también a nuestro hermano D. Juan Arenas Camarena, por su inestimable colaboración en la rehabilitación de nuestra Iglesia, y finalmente se entregó otra distinción a la querida Cofradía de las Penas, en la persona de su Hermana Mayor, Dª Ángela Guerrero León, por el cariño y exquisito trato con el que acogieron a Nuestros Sagrados Titulares en su Oratorio durante los últimos meses.